| ir a: CAPÍTULO 1
 CAPÍTULO 2
 CAPÍTULO 3
 CAPÍTULO 4
 CAPÍTULO 5
 CAPÍTULO 6
 CAPÍTULO 7
 CAPÍTULO 8
 CAPÍTULO 9
 CAPÍTULO 10
 CAPÍTULO 11
 CAPÍTULO 12
 CAPÍTULO 13
 CAPÍTULO 14
 CAPÍTULO 15
 CAPÍTULO 16
 CAPÍTULO 17
 CAPÍTULO 18
 CAPÍTULO 19
 CAPÍTULO 20
 CAPÍTULO 21
 CAPÍTULO 22
 CAPÍTULO 23
 CAPÍTULO 24
 CAPÍTULO 25
 CAPÍTULO 26
 CAPÍTULO 27
 CAPÍTULO 28
 CAPÍTULO 29
 CAPÍTULO 30
 CAPÍTULO 31
 CAPÍTULO 32
 CAPÍTULO 33
 CAPÍTULO 34
 CAPÍTULO 35
 CAPÍTULO 36
 CAPÍTULO 37
 CAPÍTULO 38
 CAPÍTULO 39
 CAPÍTULO 40
 CAPÍTULO 41
 CAPÍTULO 42
 CAPÍTULO 43
 CAPÍTULO 44
 CAPÍTULO 45
 CAPÍTULO 46
 CAPÍTULO 47
 CAPÍTULO 48
 CAPÍTULO 49
 CAPÍTULO 50
 CAPÍTULO 51
 CAPÍTULO 52
 
 | Capítulo 41: 1 - Grandes trabajos han sido creados para todo hombre, un yugo pesado hay sobre los hijos de Adán, desde el día que salieron del vientre de su madre, hasta el día del retorno a la madre de todo.
 2 - Sus reflexiones, el miedo de su corazón es la idea del futuro, el día de la muerte.
 3 - Desde el que está sentado en un trono glorioso, hasta el que en tierra y ceniza está humillado,
 4 - desde el que lleva púrpura y corona, hasta el que se cubre de tela grosera, sólo furor, envidia, turbación, inquietud, miedo a la muerte, resentimiento y discordia.
 5 - A la hora del descanso en la cama, el sueño de la noche altera el conocimiento.
 6 - Poco, casi nada, reposa, y ya en sueños, como en día de guardia, se ve turbado por las visiones de su corazón, como el que ha huído ante el combate.
 7 - A la hora de su turno se despierta, sorprendido de su vano temor.
 8 - Para toda carne, del hombre hasta la bestia, más para los pecadores siete veces más:
 9 - Muerte, sangre, discordia, espada, adversidades, hambre, tribulación, azote.
 10 - Contra los sin ley fue creado todo esto, y por su culpa se produjo el diluvio.
 11 - Todo cuanto de tierra viene, a tierra vuelve, y cuanto de agua, en el mar desemboca.
 12 - Todo don e injusticia serán aventados, más la fidelidad subsistirá por siempre.
 13 - Las riquezas de los injustos se esfumarán como un torrente, como un gran trueno que en tormenta estalla.
 14 - Cuando él abre las manos, se contenta, así los transgresores desaparecerán por completo.
 15 - Los vástagos de los impíos no tienen muchas ramas, las raíces impuras sólo hallan piedra áspera.
 16 - Caña que brota en toda agua o borde de río será arrancada antes que toda hierba.
 17 - La caridad es como un paraíso de bendición, y la limosna permanece para siempre.
 18 - La vida del que se basta a sí mismo y del obrero es dulce, pero más que ambos el que encuentra un tesoro.
 19 - Los hijos y la fundación de una ciudad perpetúan el nombre, pero más que ambas cosas es estimada la mujer intachable.
 20 - El vino y la música ponen contento el corazón, pero más que ambas cosas el amor a la sabiduría.
 21 - La flauta y el salterio hacen el canto suave, pero más que ambas cosas la lengua dulce.
 22 - Gracia y belleza el ojo anhela, pero más que ambas cosas el verdor del sembrado.
 23 - Amigo y compañero se encuentran a su hora, pero más que ambos la mujer con el marido.
 24 - Amigos y socorro para el tiempo de tribulación, pero más que ambos salva la limosna.
 25 - Oro y plata hacen el paso firme, pero más que ambos se estima el consejo.
 26 - La riqueza y la fuerza realzan el corazón, pero más que las dos, el temor del Señor. En el temor del Señor no existe mengua, con él no hay ya por qué buscar ayuda.
 27 - El temor del Señor como un paraíso de bendición, protege él más que toda gloria.
 28 - Hijo, no lleves una vida de mendicidad, que más vale morir que mendigar.
 29 - Hombre que mira a la mesa de otro no merece el nombre de vida su existencia. Con comida ajena mancha su boca, pero el hombre instruido y educado de ello se guardará.
 30 - En la boca del descarado la mendicidad resulta dulce, pero en su vientre es un fuego que abrasa.
 
 
 
 |  |