ir a: CAPÍTULO 1 CAPÍTULO 2 CAPÍTULO 3 CAPÍTULO 4 CAPÍTULO 5 CAPÍTULO 6 CAPÍTULO 7 CAPÍTULO 8 CAPÍTULO 9 CAPÍTULO 10 CAPÍTULO 11 CAPÍTULO 12 CAPÍTULO 13 CAPÍTULO 14 CAPÍTULO 15 CAPÍTULO 16 CAPÍTULO 17 CAPÍTULO 18 CAPÍTULO 19 CAPÍTULO 20 CAPÍTULO 21 CAPÍTULO 22 CAPÍTULO 23 CAPÍTULO 24
| Capítulo 9: 1 - Convocando a los Doce, les dio autoridad y poder sobre todos los demonios, y para curar enfermedades; 2 - y los envió a proclamar el Reino de Dios y a curar. 3 - Y les dijo: "No toméis nada para el camino, ni bastón, ni alforja, ni pan, ni plata; ni tengáis dos túnicas cada uno. 4 - Cuando entréis en una casa, quedaos en ella hasta que os marchéis de allí. 5 - En cuanto a los que no os reciban, saliendo de aquella ciudad, sacudid el polvo de vuestros pies en testimonio contra ellos." 6 - Saliendo, pues, recorrían los pueblos, anunciando la Buena Nueva y curando por todas partes. 7 - Se enteró el tetrarca Herodes de todo lo que pasaba, y estaba perplejo; porque unos decían que Juan había resucitado de entre los muertos; 8 - otros, que Elías se había aparecido; y otros, que uno de los antiguos profetas había resucitado. 9 - Herodes dijo: "A Juan, le decapité yo. ¿Quién es, pues, éste de quien oigo tales cosas?" Y buscaba verle. 10 - Cuando los apóstoles regresaron, le contaron cuanto habían hecho. Y él, tomándolos consigo, se retiró aparte, hacia una ciudad llamada Betsaida. 11 - Pero las gentes lo supieron, y le siguieron; y él, acogiéndolas, les hablaba acerca del Reino de Dios, y curaba a los que tenían necesidad de ser curados. 12 - Pero el día había comenzado a declinar, y acercándose los Doce, le dijeron: "Despide a la gente para que vayan a los pueblos y aldeas del contorno y busquen alojamiento y comida, porque aquí estamos en un lugar deshabitado." 13 - El les dijo: "Dadles vosotros de comer." Pero ellos respondieron: "No tenemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que vayamos nosotros a comprar alimentos para toda esta gente." 14 - Pues había como 5.000 hombres. El dijo a sus discípulos: "Haced que se acomoden por grupos de unos cincuenta." 15 - Lo hicieron así, e hicieron acomodarse a todos. 16 - Tomó entonces los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, pronunció sobre ellos la bendición y los partió, y los iba dando a los discípulos para que los fueran sirviendo a la gente. 17 - Comieron todos hasta saciarse. Se recogieron los trozos que les habían sobrado: doce canastos. 18 - Y sucedió que mientras él estaba orando a solas, se hallaban con él los discípulos y él les preguntó: "¿Quién dice la gente que soy yo?" 19 - Ellos respondieron: "Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que un profeta de los antiguos había resucitado." 20 - Les dijo: "Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?" Pedro le contestó: "El Cristo de Dios." 21 - Pero les mandó enérgicamente que no dijeran esto a nadie. 22 - Dijo: "El Hijo del hombre debe sufrir mucho, y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar al tercer día." 23 - Decía a todos: "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. 24 - Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí, ése la salvará. 25 - Pues, ¿de qué le sirve al hombre haber ganado el mundo entero, si él mismo se pierde o se arruina? 26 - Porque quien se avergüence de mí y de mis palabras, de ése se avergonzará el Hijo del hombre, cuando venga en su gloria, en la de su Padre y en la de los santos ángeles. 27 - "Pues de verdad os digo que hay algunos, entre los aquí presentes, que no gustarán la muerte hasta que vean el Reino de Dios." 28 - Sucedió que unos ocho días después de estas palabras, tomó consigo a Pedro, Juan y Santiago, y subió al monte a orar. 29 - Y sucedió que, mientras oraba, el aspecto de su rostro se mudó, y sus vestidos eran de una blancura fulgurante, 30 - y he aquí que conversaban con él dos hombres, que eran Moisés y Elías; 31 - los cuales aparecían en gloria, y hablaban de su partida, que iba a cumplir en Jerusalén. 32 - Pedro y sus compañeros estaban cargados de sueño, pero permanecían despiertos, y vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él. 33 - Y sucedió que, al separarse ellos de él, dijo Pedro a Jesús: "Maestro, bueno es estarnos aquí. Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías", sin saber lo que decía. 34 - Estaba diciendo estas cosas cuando se formó una nube y los cubrió con su sombra; y al entrar en la nube, se llenaron de temor. 35 - Y vino una voz desde la nube, que decía: "Este es mi Hijo, mi Elegido; escuchadle." 36 - Y cuando la voz hubo sonado, se encontró Jesús solo. Ellos callaron y, por aquellos días, no dijeron a nadie nada de lo que habían visto. 37 - Sucedió que al día siguiente, cuando bajaron del monte, le salió al encuentro mucha gente. 38 - En esto, un hombre de entre la gente empezó a gritar: "Maestro, te suplico que mires a mi hijo, porque es el único que tengo, 39 - y he aquí que un espíritu se apodera de él y de pronto empieza a dar gritos, le hace retorcerse echando espuma, y difícilmente se aparta de él, dejándole quebrantado. 40 - He pedido a tus discípulos que lo expulsaran, pero no han podido." 41 - Respondió Jesús: "¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros y habré de soportaros? ¡Trae acá a tu hijo!" 42 - Cuando se acercaba, el demonio le arrojó por tierra y le agitó violentamente; pero Jesús increpó al espíritu inmundo, curó al niño y lo devolvió a su padre; 43 - y todos quedaron atónitos ante la grandeza de Dios. Estando todos maravillados por todas las cosas que hacía, dijo a sus discípulos: 44 - "Poned en vuestros oídos estas palabras: el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres." 45 - Pero ellos no entendían lo que les decía; les estaba velado de modo que no lo comprendían y temían preguntarle acerca de este asunto. 46 - Se suscitó una discusión entre ellos sobre quién de ellos sería el mayor. 47 - Conociendo Jesús lo que pensaban en su corazón, tomó a un niño, le puso a su lado, 48 - y les dijo: "El que reciba a este niño en mi nombre, a mí me recibe; y el que me reciba a mí, recibe a Aquel que me ha enviado; pues el más pequeño de entre vosotros, ése es mayor." 49 - Tomando Juan la palabra, dijo: "Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre, y tratamos de impedírselo, porque no viene con nosotros." 50 - Pero Jesús le dijo: "No se lo impidáis, pues el que no está contra vosotros, está por vosotros." 51 - Sucedió que como se iban cumpliendo los días de su asunción, él se afirmó en su voluntad de ir a Jerusalén, 52 - y envió mensajeros delante de sí, que fueron y entraron en un pueblo de samaritanos para prepararle posada; 53 - pero no le recibieron porque tenía intención de ir a Jerusalén. 54 - Al verlo sus discípulos Santiago y Juan, dijeron: "Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo y los consuma?" 55 - Pero volviéndose, les reprendió; 56 - y se fueron a otro pueblo. 57 - Mientras iban caminando, uno le dijo: "Te seguiré adondequiera que vayas." 58 - Jesús le dijo: "Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza." 59 - A otro dijo: "Sígueme." El respondió: "Déjame ir primero a enterrar a mi padre." 60 - Le respondió: "Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el Reino de Dios." 61 - También otro le dijo: "Te seguiré, Señor; pero déjame antes despedirme de los de mi casa." 62 - Le dijo Jesús: "Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás es apto para el Reino de Dios."
|
|