ir a: CAPÍTULO 1 CAPÍTULO 2 CAPÍTULO 3 CAPÍTULO 4 CAPÍTULO 5 CAPÍTULO 6 CAPÍTULO 7 CAPÍTULO 8 CAPÍTULO 9 CAPÍTULO 10 CAPÍTULO 11 CAPÍTULO 12 CAPÍTULO 13 CAPÍTULO 14 CAPÍTULO 15 CAPÍTULO 16 CAPÍTULO 17 CAPÍTULO 18 CAPÍTULO 19 CAPÍTULO 20 CAPÍTULO 21 CAPÍTULO 22 CAPÍTULO 23 CAPÍTULO 24 CAPÍTULO 25 CAPÍTULO 26 CAPÍTULO 27 CAPÍTULO 28 CAPÍTULO 29 CAPÍTULO 30 CAPÍTULO 31 CAPÍTULO 32 CAPÍTULO 33 CAPÍTULO 34 CAPÍTULO 35 CAPÍTULO 36 CAPÍTULO 37 CAPÍTULO 38 CAPÍTULO 39 CAPÍTULO 40 CAPÍTULO 41 CAPÍTULO 42
| Capítulo 8: 1 - Bildad de Súaj replicó, diciendo: 2 - ¿Hasta cuándo hablarás de esta manera y tus palabras serán un viento impetuoso? 3 - ¿Acaso Dios distorsiona el derecho y el Todopoderoso tergiversa la justicia? 4 - Si tus hijos pecaron contra él, él los dejó librados a sus propios delitos. 5 - En cambio, si tú recurres a Dios e imploras al Todopoderoso, 6 - si te mantienes puro y recto, seguramente, él pronto velará por ti y restablecerá tu morada de hombre justo. 7 - Tus comienzos habrán sido poca cosa, frente a la grandeza de tu porvenir. 8 - Interroga, si no, a las generaciones pasadas, considera lo que experimentaron sus padres. 9 - Nosotros somos de ayer y no sabemos nada, nuestros días sobre la tierra son una sombra. 10 - Ellos te instruirán y te hablarán, sacarán de su corazón estas palabras: 11 - ¿Brota el papiro fuera de los pantanos? ¿Crece el junco donde no hay agua? 12 - Tierno aún, y sin que nadie lo corte, se seca más pronto que cualquier otra hierba. 13 - Tal es la suerte de los que olvidan a Dios, así perece la esperanza del impío. 14 - Su confianza es apenas un hilo, su seguridad, una tela de araña. 15 - Se apoya sobre su casa, y ella no resiste, se aferra a ella, y no queda en pie. 16 - Ahí está lleno de savia ante los rayos del sol, sus retoños se extienden sobre su jardín; 17 - sus raíces se entrelazan en el pedregal, se prenden al terreno rocoso. 18 - Pero apenas lo arrancan de su sitio, este reniega de él, diciendo: "Nunca te vi". 19 - ¡Esa es la buena suerte que le toca, mientras otro brota del polvo! 20 - No, Dios no desdeña al hombre íntegro, ni toma de la mano a los malvados. 21 - Él llenará otra vez tu boca de risas y tus labios de aclamaciones jubilosas. 22 - Los que te odian se cubrirán de vergüenza, y la carpa de los malvados no existirá más.
|
|