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| Capítulo 30: 1 - Quien hace misericordia, presta al prójimo, quien le apoya con su mano, guarda los mandamientos. 2 - Presta a tu prójimo cuando se halle en necesidad, y por tu parte restituye a tiempo al prójimo. 3 - Mantén tu palabra y ten confianza en él, y en toda ocasión encontrarás lo que necesitas. 4 - Muchos consideran el préstamo como una ganga, y a los que les han socorrido causan sinsabores. 5 - Hasta que no recibe, besa las manos de su prójimo, y ante su dinero humilla la voz; pero al tiempo de la restitución da largas, responde con palabras negligentes y echa la culpa a las circunstancias. 6 - Si puede, el otro recibirá apenas la mitad, y aun lo tendrá como una ganga. Si no, se quedará sin su dinero, y se habrá ganado sin necesidad un enemigo, que le devolverá maldiciones e injurias y le dará, en vez de gloria, vilipendio. 7 - Muchos, sin malicia, vuelven las espaldas, pues temen ser despojados sin necesidad. 8 - Pero con el humilde muéstrate paciente, y a tu limosna no des largas. 9 - En atención al mandamiento, acoge al indigente, según su necesidad no le despidas vacío. 10 - Gasta dinero por el hermano y el amigo, que no se te enroñe bajo la piedra y lo pierdas. 11 - Coloca tu tesoro según los mandamientos del Altísimo, y te dará provecho más que el oro. 12 - Encierra la limosna en tus graneros, ella te preservará de todo mal. 13 - Mejor que recio escudo y que pesada lanza frente al enemigo combatirá por ti. 14 - El hombre bueno sale fiador de su prójimo, el que ha perdido la vergüenza, lo deja abandonado. 15 - No olvides los favores de tu fiador, pues él se ha expuesto por ti. 16 - El pecador dilapida los bienes de su fiador, el ingrato abandona en su corazón al que le ha salvado. 17 - La fianza perdió a muchos que iban bien, los sacudió como ola del mar. 18 - Echó de su patria a hombres poderosos, que anduvieron errando por naciones extrañas. 19 - Pecador que se presta a la fianza buscando especular, incurre en juicio. 20 - Acoge al prójimo según tus recursos, y cuida de no caer tú mismo. 21 - Lo primero para vivir es agua, pan, vestido, y casa para abrigarse. 22 - Más vale vida de pobre bajo techo de tablas que comida suntuosa en casa de extraños. 23 - En lo poco y en lo mucho ten buena cara, y no escucharás reproches de tu huésped. 24 - Triste vida andar de casa en casa: donde te hospedes no podrás abrir la boca. 25 - Hospedarás y darás de beber a desagradecidos, y encima tendrás que oír cosas amargas: 26 - "Pasa, huésped, adereza la mesa, si tienes algo a mano, dame de comer." 27 - - "Vete, huésped, cede el puesto a uno más digno, viene a hospedarse mi hermano, necesito la casa." 28 - Duro es para un hombre de sentimiento tal desprecio de la casa, tal insulto propio para un deudor.
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