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| Capítulo 43: 1 - Pero de lo que sigue no te avergüences, y no peques por tener acepción de personas: 2 - de la ley del Altísimo y de su alianza, del juicio que justifica a los impíos, 3 - de contar con compañero de viaje, de dar la herencia a compañeros, 4 - de la exactitud de balanzas y pesas, de obtener grandes y pequeñas ganancias, 5 - de provecho en la venta a comerciantes, de la copiosa instrucción de los hijos, de ensangrentar las costillas de un mal siervo. 6 - Con mujer mala es bueno usar el sello, y, donde hay muchas manos, echa la llave. 7 - Lo que entregues, hazlo con cuenta y medida, el haber y el debe, sea todo por escrito. 8 - No te avergüences de enseñar al tonto y al necio, y al viejo acabado juzgado como joven. Serás entonces de verdad educado, y estimado de todo viviente. 9 - Una hija es para el padre un secreto desvelo, aleja el sueño la inquietud por ella. En su juventud, miedo a que se le pase la edad, si está casada, a que sea aborrecida. 10 - Cuando virgen, no sea mancillada y en la casa paterna quede encinta. Cuando casada, a que sea infiel, cohabitando, a que sea estéril. 11 - Sobre la hija desenvuelta refuerza la vigilancia, no sea que te haga la irrisión de tus enemigos, comidilla en la ciudad, corrillos en el pueblo, y ante el vulgo espeso te avergüence. 12 - De ningún hombre te quedes mirando la belleza, y entre mujeres no te sientes. 13 - Porque de los vestidos sale la polilla, y de la mujer la malicia femenina. 14 - Vale más maldad de hombre que bondad de mujer, la mujer cubre de vergüenza y oprobio. 15 - Voy a evocar las obras del Señor, lo que tengo visto contaré. Por las palabras del Señor fueron hechas sus obras, y la creación está sometida a su voluntad. 16 - El sol mira a todo iluminándolo, de la gloria del Señor está llena su obra. 17 - No son capaces los Santos del Señor de contar todas sus maravillas, que firmemente estableció el Señor omnipotente, para que en su gloria el universo subsistiera. 18 - El sondea el abismo y el corazón humano, y sus secretos cálculos penetra. Pues el Altísimo todo saber conoce, y fija sus ojos en las señales de los tiempos. 19 - Anuncia lo pasado y lo futuro, y descubre las huellas de las cosas secretas. 20 - No se le escapa ningún pensamiento, ni una palabra se le oculta. 21 - Las grandezas de su sabiduría las puso en orden, porque él es antes de la eternidad y por la eternidad; nada le ha sido añadido ni quitado, y de ningún consejero necesita. 22 - ¡Qué amables son todas sus obras!: como una centella hay que contemplarlas. 23 - Todo esto vive y permanece eternamente, para cualquier menester todo obedece. 24 - Todas las cosas de dos en dos, una frente a otra, y nada ha hecho deficiente. 25 - Cada cosa afirma la excelencia de la otra, ¿quién se hartará de contemplar su gloria?
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